miércoles, 12 de diciembre de 2018

Shinrei gakuen koihenge - Historia

Cuando ves a un chico vistiendo ropas de marcas como Armani, deduces que pertenece a una familia adinerada. No obstante, el secreto del carísimo atuendo de Ryô Katsume reside en que es un habilidoso carterista especializado en robar a los ricos que no echarán en falta la billetera que les acaba de hurtar. En el momento en que Ryô y dos amigos suyos acaban de hacerse con un nuevo botín, una chica se acerca a ellos diciéndoles que morirán si no devuelven esas carteras.

Ella es Maiko Hananokôji, y les advierte de que les rondan tres “jureiki”, unos aterradores espíritus malignos que se alimentan de las almas de las personas que han cometido crímenes. El trío de jóvenes se toma a broma sus palabras, incluso aunque Maiko les permita ver, gracias a lo cerca que están de ella, los jureiki flotando ávidos sobre sus cabezas. Ryô hasta se atreve a chulearse con los jureiki y pide a Maiko que salga con ellos por tan entretenido espectáculo. Por toda respuesta, ella le propina un tortazo y le avisa de que se arrepentirá de sus actos.

Ambos se reencuentran en el instituto y Ryô no tarda en insinuarse de nuevo a Maiko. Mientras están hablando, los amigos de Ryô son atacados por los jureiki, muriendo con los mismos síntomas que su hermana. Maiko entonces le explica que los jureiki en su momento fueron a por su hermana en lugar de a por él porque se decantan por las almas más jóvenes. Sólo a partir de este suceso Ryô toma en serio las advertencias de Maiko.

Los jureiki comienzan a perseguirlos por todo el instituto y no les queda otro remedio que esconderse en un casillero de los vestuarios para despistarlos. Ryô aprovecha el momento para interrogar a Maiko y consigue que ella confiese una vez que la amenaza con un beso. Dos años atrás, su mejor amiga Tamao y ella se enamoraron del mismo chico, pero éste no escogió a Maiko. Colérica y celosa, deseo con todas sus fuerzas la muerte de su amiga, y los espíritus malignos no tardaron en concederle su deseo. La situación le hizo entrar en estado de shock y cuando se recuperó supo que era descendiente de una familia de onmyôji.

Ryô, conmovido por su historia, la consuela y acaba besándola. Súbitamente se ven rodeados por los jureiki y salen del paso por pura suerte: la alarma del móvil de Ryô se activa y su melodía enloquece a los jureiki. Maiko descubre entonces que esa melodía es el Hannyashingyô, un sûtra budista que parece hacer efecto en los jureiki. Ryô decide no desperdiciar este hallazgo y corre con Maiko al cuarto de la emisora de los altavoces del instituto. De este modo, logran deshacerse de los jureiki poniendo el sonido al máximo.

Después de ser interrogados por la policía a causa de la muerte de los amigos de Ryô, se reúnen para comer y Ryô le propone a Maiko, sin posible objeción, que luchen juntos contra esos seres que tanto daño hacen.

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